Extraer una cantidad de tratamiento equivalente a una avellana generosa, calentar entre las manos, aplicar en el rostro con las palmas de las manos, desde el centro hacia el exterior (evitando el contorno de los ojos). No dudar en aplicar también en el cuello y el escote.
Masajear hasta la completa penetración de la crema. Finalizar mediante ligeros toques (con la yema de los dedos) en todo el rostro para despertar la luminosidad de la piel.